Sandra Moral Martín
En esta ocasión hablamos con Corina Miranda, periodista con más de dos décadas de trayectoria en el periodismo internacional. Durante gran parte de su carrera fue redactora y reportera para Antena 3, cubriendo escenarios de alto riesgo y crisis globales.
Actualmente, Corina Miranda desempeña un papel clave en Castilla - La Mancha Media, donde es coordinadora de la sección de Internacional en los servicios informativos.
A lo largo de esta entrevista exploramos su enfoque ético en el trabajo informativo, los retos de la cobertura global y cómo se mantiene fiel a los valores del rigor y la verificación en un periodismo cada vez más acelerado.
Para comenzar, abordamos los principios que defienden el periodismo ético y el compromiso profesional que debe guiar cada decisión informativa.
S: ¿Qué significa para ti ser una periodista ética en la práctica diaria?
C: Para mí ser periodista implica cumplir con unos principios éticos. Son dos conceptos que van de la mano. Lo primero y más importante es elaborar mi información con datos verdaderos y contrastados. Y luego ser lo más imparcial posible. Y la mejor forma de evitar que tu opinión personal influya en el resultado de tu trabajo es siempre poner distancia y contar todos los posibles aspectos de una historia. Es decir tener en cuenta todos los hechos y a todos los actores.
S: ¿Cómo manejas la tensión entre informar rápido e informar bien?
C: Hace años que he aprendido que es mucho mejor contar bien las noticias antes que hacerte eco de algo que no está confirmado. Por ejemplo en los años 90 salían continuos rumores sobre la muerte del entonces presidente cubano, Fidel Castro. Una vez incurrimos en el error de contarlo en el informativo sin estar seguros de que fuera cierto. Y resultó ser falso. Desde entonces prefiero estar segura al cien por cien. Y más ahora que las redes sociales hacen mucho ruido y requiere más tiempo contrastar los datos.
En un contexto informativo marcado por la rapidez y la sobreexposición mediática, la verificación se convierte en una de las tareas más delicadas del periodismo.
S: ¿Cómo verificas la información cuando las fuentes son limitadas o contradictorias?
C: Al trabajar en información internacional no tengo fuentes directas sobre el terreno. No me queda más remedio que recurrir a la prensa de cada país y consultar varios medidos. Por lo general me suelo fiar más de los medios grandes y prestigiosos como la BBC, el New York Times , etc. También es muy útil localizar a periodistas locales a través de redes sociales. Así es como hemos cubierto toda la ofensiva israelí en Gaza. La única forma de saber lo que pasa en la franja es través de los periodistas palestinos que están dentro. Yo en concreto he seguido a dos reporteros que han hecho un trabajo excepcional y han sido muy rigurosos. Lamentablemente uno de ellos ha sido asesinado en un ataque selectivo. El otro ha conseguido salir de Gaza y creo que está en Catar.
S: ¿Has tenido que renunciar a publicar una información por falta de pruebas suficientes?
C: Si, aunque más que por falta de pruebas suficientes, por falta de datos suficientes. O porque la fuente que te ha dado la información cambia de opinión y ya no te autoriza a que la publiques.
Más allá del trabajo técnico, el periodismo también implica enfrentarse a presiones internas y externas que pueden condicionar la libertad informativa.
S:¿Has enfrentado alguna vez un conflicto de intereses? ¿Cómo lo resolviste?
C: Depende de a que te refieres por conflicto de intereses. Si es en relación a recibir un regalo o informar sobre temas personales, NO. Alguna vez he sufrido presiones del medio en el que trabajaba para enfocar un tema de determinada manera y me he visto obligada a defender mi criterio profesional. Luego he sufrido represalias por ello.
S: ¿Qué papel juega la autocensura hoy en el periodismo?
C: Muchísima desde el momento en el que esta tan interiorizada que se aplica casi de forma inconsciente. La línea editorial de la empresa en la que trabajamos nos condiciona mucho. Nos influyen los criterios de los jefes de quienes depende la elección de los temas. También, influye mucho el hecho de si la empresa en la que trabajamos es pública o privada. Si como en mi caso es pública, solemos evitar los temas espinosos que pueden tener repercusiones legales.
El avance de las nuevas tecnologías plantea nuevos interrogantes éticos. Por ello, hablaremos sobre el impacto que puede tener la inteligencia artificial en la práctica periodística actual.
S:¿Influye la inteligencia artificial a la ética periodística?
C: Creo que a día de hoy todavía no. Si haces bien tu trabajo no debería.
S: ¿Qué opinas del uso de imágenes generadas artificialmente en noticias?
C: Son útiles para hacer una recreación, siempre y cuando se advierta al telespectador. En ningún caso se puede utilizar la inteligencia artificial para vender algo como si fuera real. Hay que aprovechar las ventajas que dan las nuevas herramientas en el desarrollo de nuestro trabajo pero con cautela y responsabilidad.
Por último y para cerrar la entrevista, abordamos la relación entre el periodismo y la ciudadanía y cómo percibe la evolución del público frente al proceso informativo.
S: ¿Crees que el público comprende el proceso de producción de noticias?
C: Cada vez más. Ha habido una evolución notable en los últimos 20 años gracias a las nuevas tecnologías y al llamado periodismo ciudadano. Es muy habitual echar mano de imágenes grabadas por personas que han sido testigos de acontecimientos y sucesos importantes. Son innumerables los ejemplos diarios en los informativos de televisión y en los periódicos digitales. Pero el periodismo no solo es eso y últimamente hay mucho intrusismo en nuestra profesión. Youtubers, influencers y demás que actúan como si fueran periodistas, pero se saltan partes muy importantes de nuestro trabajo como contrastar datos, dar contexto social e histórico e incluir todas las opiniones.
La conversación con Corina Miranda nos deja una visión clara y consciente sobre los desafíos éticos que enfrenta el periodismo en la actualidad. Su experiencia pone de manifiesto que, más allá de las herramientas y la velocidad informativa la clave sigue siendo el compromiso con la verdad, el rigor y la responsabilidad social. En un entorno cada vez más condicionado por la inmediatez y la tecnología su testimonio reafirma la importancia de un periodismo que no renuncie a sus valores fundamentales.
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