Daniel Mate Repullo
Solo el 3,49 % de los artículos publicados en revistas españolas de comunicación entre 1980 y 2015 trataban sobre ética periodística. Este dato procede del estudio “Análisis de la investigación sobre ética de la comunicación en España (1980-2015)”, de Jesús Díaz-Campo y Francisco Segado-Boj, publicado en Estudios sobre el Mensaje Periodístico.
Este trabajo analiza cómo ha evolucionado la reflexión ética en el ámbito académico español, revelando que la preocupación por la responsabilidad profesional ha crecido con la expansión de internet, las redes sociales y los nuevos desafíos informativos.
Un recorrido de 35 años
El artículo examina 2.591 investigaciones publicadas en revistas científicas españolas. De ellas, solo 90 abordaban directamente cuestiones éticas. Aunque la cifra parece baja, los autores destacan un crecimiento notable desde los años 2000, coincidiendo con el auge de los medios digitales y la aparición de dilemas inéditos para el periodismo. Entre las revistas más activas figuran Comunicar y la propia Estudios sobre el Mensaje Periodístico, que han promovido debates sobre autorregulación, veracidad informativa y códigos deontológicos.
Temas principales de investigación
El estudio identifica tres temas principales sobre ética periodística. Primero, las reglas y códigos de los periodistas, que son los principios que guían cómo deben trabajar y cómo funcionan las normas internas para protegerlos de presiones políticas o comerciales. En segundo lugar, la responsabilidad de los medios con la sociedad, analizando cómo influyen en la democracia y a la diversidad de opiniones, y cómo a veces pueden caer en la manipulación de noticias o el sensacionalismo.
Por último, la ética en internet y nuevas tecnologías se centra en proteger la privacidad, asegurar que la información sea correcta y controlar la difusión rápida de noticias. En general, la ética periodística no solo consiste en seguir reglas, sino también en pensar en la sociedad y en los nuevos desafíos que trae la tecnología, para que los periodistas trabajen de forma responsable y confiable.
Un campo aún minoritario
Aunque la ética gana terreno, sigue siendo un ámbito minoritario dentro de la investigación comunicativa. Durante años, los estudios se centraron más en las audiencias, los formatos o la tecnología que en los valores morales del periodismo. Sin embargo, fenómenos como las fake news, el clickbait, han impulsado una nueva conciencia ética tanto en el mundo académico como en las redacciones.
Desde 2015, los avances tecnológicos han traído nuevos retos éticos para el periodismo, como el uso de inteligencia artificial para generar contenidos, la difusión de información delicada en situaciones de crisis, la necesidad de equilibrar la privacidad con la transparencia y la influencia de métricas y algoritmos en las decisiones editoriales. Además, los periodistas deben enfrentarse a la presión de la inmediatez, donde publicar primero puede entrar en conflicto con verificar la veracidad de los hechos, y a la creciente exposición de los usuarios en redes sociales, lo que plantea dilemas sobre el respeto a la intimidad y el impacto de cada noticia en la opinión pública.
Estos desafíos muestran que la ética ya no es solo un tema teórico, sino una herramienta esencial para la práctica diaria del periodismo, que obliga a los profesionales a reflexionar sobre las consecuencias de su trabajo, asumir la responsabilidad por sus decisiones editoriales y garantizar que la información que llega a la sociedad sea veraz, equilibrada y respetuosa. En un entorno mediático tan cambiante y digitalizado, la ética se convierte en un faro que guía a los periodistas para mantener la credibilidad, proteger a las audiencias y fortalecer la confianza en los medios.
El estudio de Díaz-Campo y Segado-Boj muestra que la ética en la comunicación en España todavía está en desarrollo, pero cada vez cobra más importancia. Para que se consolide, es fundamental incluirla de manera más destacada en los programas universitarios de periodismo, fomentar investigaciones prácticas que analicen su aplicación real en los medios y reforzar los sistemas de autorregulación dentro de las redacciones.
En un mundo donde la información llega de forma inmediata y a gran velocidad, la ética se convierte en el núcleo del periodismo, guiando a los profesionales para que informen de manera responsable y consciente. Como decía el reconocido periodista Ryszard Kapuściński, “para ser buen periodista hay que ser buena persona”, recordándonos que la ética no es solo teoría, sino la base de un trabajo serio y confiable.
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